BIENVENIDOS

martes, 8 de enero de 2013

UNA PEQUEÑA HISTORIA
Don Alfonso es muy viejito y esta casi ciego, algunos días coincido con él y con mucho gusto le ayudo a llegar a su destino.
Una mañana nos encontramos en el patio que da a la iglesia, como siempre puso su mano sobre mi hombro y empezamos a caminar juntos. Cuando ibamos hacia la sacristia muy bajito me dijo :
-Hija si quieres puedes ir más rápido que yo te sigo porque sé que no voy a chocar con ninguna columna.
Me parecio precioso su gesto, que mostraba la confianza que tenía en mí.

Esa tarde reflexionando sobre sus palabras pensé que sería tan bonito mostrar esa misma confianza en TI, Señor, poner nuestra vida en Tus manos para caminar sin miedos y sin angustias.












No hay comentarios:

Publicar un comentario